El Govern 'blinda' la necrópolis judía de Montjuïc
Una extensión de 2.000 m2 recibe la máxima protección patrimonial
Miles de judíos enterrados hace siglos en Montjuïc tienen garantizado el cumplimiento de la tradición semita gracias a la medida que aprobó ayer el Govern de la Generalitat, que otorga la máxima protección patrimonial a esta necrópolis.
El Consell de Govern aprobó ayer declarar Bé Cultural d'Interés Nacional una extensión de unos 2.000 m2 que fue un cementerio judío desde el siglo IX. Sus lápidas y elementos de valor han sufrido saqueos repetidamente. Por eso es difícil encontrar piezas en la actualidad, y las que quedan están bajo tierra y vegetación.
La tradición judía rechaza manipular restos mortales y declara los cementerios lugares sagrados, lo que dificulta la labor de los arqueólogos. En Barcelona ya ha habido polémicas por obras iniciadas en el lugar que ayer la Generalitat protegió, una medida reclamada por los judíos desde 2006.
Miguel Iaffa, presidente de la Associació del Call Jueu de Barcelona, valoró "muy positivamente" la medida, según explicó ayer a este diario. Iaffa se mostró convencido de que esta protección "va en beneficio del judaísmo y de Barcelona", tanto desde el punto de vista "cultural e histórico" como del "turístico", ya que, "si lo rescatan como es debido, se trata de un cementerio mayor que el de Praga".
La protección aprobada prohibe construir y obliga a que cualquier actuación tenga que ser aprobada por la Comissió de Patrimoni.
EL APUNTE
Más de 700 tumbas sin límite definido
En el último medio siglo se han localizado más de 700 tumbas en la necrópolis judía de Montjuïc, pero sólo una mantenía la lápida. Sus límites aún se están definiendo. La extensión protegida por el Govern va del Mirador del Alcalde a los jardines de Miramar y al recinto de Tir Olímpic.
El Consell de Govern aprobó ayer declarar Bé Cultural d'Interés Nacional una extensión de unos 2.000 m2 que fue un cementerio judío desde el siglo IX. Sus lápidas y elementos de valor han sufrido saqueos repetidamente. Por eso es difícil encontrar piezas en la actualidad, y las que quedan están bajo tierra y vegetación.
La tradición judía rechaza manipular restos mortales y declara los cementerios lugares sagrados, lo que dificulta la labor de los arqueólogos. En Barcelona ya ha habido polémicas por obras iniciadas en el lugar que ayer la Generalitat protegió, una medida reclamada por los judíos desde 2006.
Miguel Iaffa, presidente de la Associació del Call Jueu de Barcelona, valoró "muy positivamente" la medida, según explicó ayer a este diario. Iaffa se mostró convencido de que esta protección "va en beneficio del judaísmo y de Barcelona", tanto desde el punto de vista "cultural e histórico" como del "turístico", ya que, "si lo rescatan como es debido, se trata de un cementerio mayor que el de Praga".
La protección aprobada prohibe construir y obliga a que cualquier actuación tenga que ser aprobada por la Comissió de Patrimoni.
EL APUNTE
Más de 700 tumbas sin límite definido
En el último medio siglo se han localizado más de 700 tumbas en la necrópolis judía de Montjuïc, pero sólo una mantenía la lápida. Sus límites aún se están definiendo. La extensión protegida por el Govern va del Mirador del Alcalde a los jardines de Miramar y al recinto de Tir Olímpic.
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